Se denomina EXPOSITOR a todo depósito dedicado al mantenimiento de crustáceos vivos para su venta directa al consumidor y situado en establecimientos de hostelería, supermercados, pescaderías y a la vista del público.

Los expositores podrán almacenar hasta un máximo de 25 (veinticinco) kg de crustáceos sin que su volumen pueda superar los 500 (quinientos) litros y su superficie de piscinas no podrá ser superior a 1,25 m2.

Podrá autorizarse un número máximo de 2 (dos) expositores por cada establecimiento matriz.

Los expositores se construiran de un material adecuado para mantener vivos los crustáceos en las mejores condiciónes posibles, debiendo recibir agua de una calidad tal que no transmita organismos o substancias nocivas a dichos crustáceos. Funcionarán en circuíto cerrado y dispondrán de sistemas autónomos de filtración y aireación.